En 1998, El País sacaba esta viñeta en la que reflejaba el momento de auge de las nuevas tecnologías, con el consecuente "rechazo" de lo tradicional.
Hoy, once años después, creo que debemos adaptarnos a los nuevos soportes, sin que eso tenga que ser sustitutivo de los libros impresos. Lo que importa es el contenido.
Estoy muy de acuerdo con lo que dices. Una vez más, creo que la crítica a las nuevas tecnologías es, en muchos casos, excesiva. Yo no veo tanto estos avances como la causa de una guerra entre lo tecnológico y lo analógico... En mi opinión, la convivencia entre ambos es posible, solo hay que saber diferenciar cuando, cómo y para qué debo utilizar un medio o el otro.
ResponderEliminarEstá claro que la convivencia de ambos es posible pero también pienso que lo analógico se va a ver bastante perjudicado con los últimos avances tecnológicos que se están consiguiendo, sobre todo en algunos campos como puede ser el de la comunicación.
ResponderEliminarEfectivamente, analógico y digital pueden convivir pacíficamente, pero sin duda los libros y los medios impresos van a tener que luchar para evitar su desaparición -que de todas formas no creo que llegue nunca-. Es inevitable que los medios digitales le vayan comiendo terreno a los impresos, porque tienen mejor accesibilidad y en muchos casos son gratis.
ResponderEliminarConsidero que el libro, sea en papel o virtualmente, va a sobrevivir. Lo más importante es el contenido, lo que cuentan los libros y lo que le aportan a los lectores. Si en unos años el papel pasa a la Historia y empezamos a utilizar otros soportes... pues bienvenido sea, significará que los libros siguen vivos y que la gente sigue interesándose por leer.
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